DÍA 3.
Cerca de Alquézar encontramos las pasarelas del Río Vero. Un sendero de no gran dificultad. A no ser que el día anterior te lo hayas pasado andando por el Monte Perdido, claro.
Es una excursión que merece muchísimo la pena, pues vas adentrándote en el cañón que rodea la medieval ciudad de Alquézar y te vas encontrando con instantáneas como estas:
Tras un buen paseo, nos encontramos con una indicación de sendero peligroso hacia Alquézar. Sí. Era el que habíamos emprendido en sentido contrario antes de visitar el castillo. Y es peligroso de narices, sobre todo si, como mi compañera MJ, va uno con chanclas.
Es gratificante y desesperanzador a la vez cuando, tras ir en paralelo al río, pasar por la central eléctrica y empezar a subir el desfiladero para volver a Alquézar, te encuentras que está allí a lo lejos. Aun así es una excursión que puede hacerse con niños y que disfrutarán.
Y es que esta ruta da un rodeo por el cañón que rodea Alquézar. Ya era medio día del domingo. Se iba acercando la hora de volver a casa. Pero antes, María José quería darse un chapuzón en el río Vero, en un tramo que habíamos encontrado, cercano a Colungo.
¿Queréis ver el resto de fotos de las pasarelas del Río Vero? Echadle un vistazo al tablero en Pinterest que le hemos dedicado clicando en la siguiente imagen:
No hay comentarios:
Publicar un comentario